En el año 2013 se publicó en el Journal of Thrombosis and Haemostasis la primera edición de las guías de práctica clínica basada en la evidencia de la Iniciativa Internacional sobre Trombosis y Cáncer (ITAC). Se trataba de un ambicioso proyecto gestado por el Group Francophone Thrombose et Cancer- Institut National du Cancer (INCA), coordinado por la Dra. Dominique Farge. El resultado del trabajo fueron dos artículos, uno general y otro enfocado en la trombosis asociada a catéteres venosos centrales, que tuvieron una muy buena acogida por parte de los clínicos implicados en el manejo de este trastorno.
A la vista de los constantes avances en el campo, el proyecto incluía un plan de revisión y actualización periódica de las recomendaciones. Así, en 2016 se publicó la primera actualización, que fue avalada por la Internacional Society on Thrombosis and Haemostasis (ISTH), y en 2019 se acaba de publicar la segunda actualización, incorporando las importantes novedades que han supuesto los recientes ensayos clínicos con anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) en la prevención y tratamiento de la trombosis asociada a cáncer.
Al igual que las ediciones de 2013 y 2016 para la elaboración de la guía, se ha seguido la metodología GRADE (Grading of Recommendation Assessment, Development and Evaluation), considerada en la actualidad como la de referencia para la elaboración de guías de práctica clínica basadas en la evidencia.
El grupo de trabajo estuvo compuesto por un panel de 14 miembros de diversas nacionalidades, que incluía expertos clínicos de múltiples especialidades (oncología, medicina interna, hematología, cirugía vascular y epidemiología) y metodólogos.
Para esta actualización se revisó la bibliografía publicada entre enero de 2015 y diciembre de 2018. Las variables seleccionadas para el análisis de la evidencia fueron: tasa de tromboembolismo venoso (TEV) (primer episodio o recurrente), hemorragia mayor y menor, trombocitopenia y muerte. Los metodólogos extrajeron los datos de los estudios identificados y elaboraron las tablas para el análisis de la evidencia, a partir de las cuales el panel elaboró las recomendaciones específicas.
El borrador de la actualización fue revisado posteriormente por un segundo panel internacional de 83 expertos, en el que, además de clínicos, había una enfermera y dos representantes de pacientes. Este segundo panel debía cumplimentar una escala de valoración del grado de acuerdo con cada recomendación (0-9 puntos). Los comentarios de este panel fueron analizados por el grupo de trabajo inicial, incorporándose algunas revisiones en el documento final. El documento final fue sometido a la valoración del Comité de guías clínicas de la ISTH, que avaló la metodología seguida para su elaboración.